El método adecuado para conservar mariposas para enmarcar varía dependiendo de si los insectos se capturan vivos o muertos: la mayoría se congelan o se colocan en productos químicos o sobres de papel. Algunas técnicas para preservar mariposas son más complejas que otros. El método ideal de conservación es diferente para mariposas inmaduras y adultos y para especímenes vivos y muertos.
Las mariposas capturadas en las etapas inmaduras (huevos o crisálida) se pueden conservar en soluciones alcohólicas. Este método también es adecuado para orugas y gusanos. En esta etapa, los huevos vivos o las pupas pueden matarse y almacenarse en líquidos conservantes o hervirse y almacenarse en alcohol. Luego, los recolectores pueden colocar las pupas en una solución de alcohol y luego congelarlas y montarlas en alfileres de insectos. Para especímenes adultos vivos, los recolectores primero pueden matar a los insectos y luego colocarlos en sobres o triángulos de papel. Estos insectos se deben colocar en una caja sellada con bolas de polilla o se deben cubrir con insecticida para mantener sus alas y torsos húmedos (relajados) hasta que estén listos para el montaje. Alternativamente, los recolectores pueden almacenar muestras en bolsas de plástico selladas en congeladores hasta que se monten. Las mariposas, como otros insectos, se vuelven bastante quebradizas después de la muerte. El proceso de relajación, entonces, es muy importante para mantenerlos lo suficientemente flexibles para mostrar. Los recolectores pueden hacer cámaras de relajación con frascos o cajas de plástico llenas de toallas de papel húmedas y antisépticos para evitar que crezcan moho y bacterias.