Las propiedades físicas de la plata incluyen que es maleable, tiene un alto grado de brillo, es suave y tiene una alta densidad. Las propiedades químicas de la plata incluyen que no reacciona con gases como el oxígeno y el nitrógeno.
La plata es un metal blanquecino que se puede pulir hasta obtener un brillo plateado. Es dúctil por lo que es fácil batirlo en láminas delgadas. La plata también tiene la propiedad física de ser maleable, lo que significa que es posible doblar o dar forma al metal a voluntad. La plata también es un excelente conductor de calor y electricidad. De hecho, tiene la mayor conductividad eléctrica y térmica de cualquier metal. Esto lo convierte en un metal importante en muchas aplicaciones industriales modernas. Químicamente hablando, la plata es resistente al oxígeno, nitrógeno e hidrógeno a temperaturas normales. Sin embargo, una fina capa de plata justo en la superficie del metal eventualmente se oxida. La plata también es químicamente interesante, ya que puede formar muchos compuestos nuevos y se disuelve en muchas soluciones. Esto es lo que hace que la plata sea potencialmente mortal en los humanos. Puede ser absorbido lentamente por los tejidos y órganos del cuerpo. El contacto con los ojos es particularmente dañino para las córneas. Las altas concentraciones de plata pueden llevar a la muerte.