La limitación del análisis de la utilidad cardinal es la dificultad de asignar un valor numérico a un concepto de utilidad. La utilidad es comparable en una escala, pero no es fácilmente cuantificable. En otras palabras, la utilidad de un bien o servicio no se puede medir simplemente en números para determinar su valor económico.
La utilidad es la capacidad de un bien o servicio para satisfacer las necesidades y deseos de un consumidor. El análisis de la utilidad cardinal intenta cuantificar la utilidad utilizando números cardinales. La utilidad cardinal supone que una sola utilidad es medible por derecho propio. Esto contrasta con la utilidad ordinal, que sostiene que la utilidad es comparable en una escala.
La utilidad Cardinal intenta realizar cálculos y determinar los índices de utilidad. Hay una limitación a este enfoque que se encuentra en la posibilidad de asignar un valor numérico a una sola utilidad. Una utilidad con un valor de cuatro no es necesariamente el doble de una utilidad con un valor de dos, el valor más alto simplemente significa que es mejor. La utilidad tampoco es aditiva; dos utilidades, ambas con valores de tres, no se combinan para crear un valor de utilidad de seis.
El análisis de la utilidad ordinal supera las limitaciones del análisis de la utilidad cardinal. El análisis ordinal ve las utilidades en grupos y las ordena en una escala. Este método busca mapear las preferencias del consumidor como curvas en un gráfico en lugar de realizar cálculos cuantitativos de utilidad.