La vitamina B17 no existe, ya que este término se relaciona incorrectamente con las sustancias conocidas como laetrile y amigdalina, según el Dr. Andrew Weil. Ni laetrile ni la amigdalina ofrecen beneficios en el tratamiento del cáncer. Una vitamina es un nutriente necesario para mantener una salud óptima, pero el cuerpo humano no necesita vitamina B17, amigdalina ni laetrilo. La amígdala es una sustancia química que se encuentra de forma natural en las semillas de albaricoque y melocotón, mientras que laetrile es un derivado sintético.
Los efectos secundarios y las complicaciones que surgen del consumo de cantidades tóxicas de amigdalina y laetrilo imitan a las del envenenamiento por cianuro en humanos, señala el Instituto Nacional del Cáncer. Estos efectos secundarios incluyen vómitos, náuseas, color azul de la piel, daño al hígado y presión arterial anormalmente baja. El cuerpo humano podría mostrar otros efectos secundarios, como dolor de cabeza, mareos, párpados caídos, fiebre y confusión mental. Los efectos secundarios parecen ser más frecuentes cuando las personas consumen amigdalina y laetril por vía oral en comparación con las inyecciones intravenosas. Las personas que comen almendras crudas, semillas de frutas trituradas, apio, brotes de soja y zanahorias pueden exacerbar los síntomas asociados con laetril o la toxicidad de la amigdalina.
Otros nombres de estos productos químicos incluyen mandelonitrile-beta-glucuronide, mandelonitrile beta-D-gentiobioside, prunasin, laevorotatory y mandelonitrile, señala Memorial Sloan Kettering Cancer Center. El gobierno federal no ha aprobado estos medicamentos para tratar ninguna condición médica en los Estados Unidos a partir de 2015. Los experimentos de laboratorio sugirieron propiedades anticancerosas, pero la evidencia de ensayos clínicos posteriores refutó la afirmación original de que el laetrile o la amigdalina podrían tratar el cáncer en los seres humanos. >