Las complicaciones de una hemorragia subconjuntival o un vaso sanguíneo roto en el ojo son raras, según la Clínica Mayo. Si la condición se debe a un traumatismo ocular, un médico puede evaluar el ojo para asegurar que el paciente No tiene otras complicaciones oculares o lesiones.
Una hemorragia subconjuntival a menudo ocurre sin ningún daño obvio para el ojo, explica la Clínica Mayo. El signo más común de esta afección es una mancha roja brillante en la esclerótica o la parte blanca del ojo. Este tipo de hemorragia ocurre cuando un diminuto vaso sanguíneo se rompe justo debajo de la superficie clara de la conjuntiva, a veces como resultado de un fuerte estornudo o tos que causó la ruptura de un vaso sanguíneo. También puede producirse una hemorragia conjuntival por frotarse el ojo de manera aproximada, por una infección grave en el ojo o por un traumatismo, como un objeto extraño que lesione el ojo.
A pesar de su apariencia sangrienta, una hemorragia subconjuntival no debe causar cambios en la visión, secreción ocular ni dolor, señala la Clínica Mayo. Sin embargo, puede haber una sensación de picazón en la superficie del ojo. La afección generalmente es inofensiva y el enrojecimiento de los ojos debe desaparecer por sí solo en una o dos semanas, sin ningún tratamiento médico adicional.
Si hay múltiples casos de hemorragias en la subconjuntiva, es importante consultar a un médico.