Aunque muchos estudios de caso implican genes en la causa del trastorno por déficit de atención con hiperactividad, los científicos no han encontrado de manera concluyente la fuente, explica el Instituto Nacional de Salud Mental. También se investiga si los factores ambientales, las lesiones cerebrales, la nutrición y el entorno social pueden afectar la incidencia del TDAH. Dado que no existe una cura para el trastorno, los médicos implementan un tratamiento para reducir los síntomas. Medicamentos, psicoterapia, educación y entrenamiento son formas de tratamiento disponibles.
Los estudios de investigación muestran que los niños que tienen un gen específico tienen tejido cerebral más delgado en las secciones del cerebro dedicadas a la atención, afirma el Instituto Nacional de Salud Mental. A medida que estos niños envejecían, el cerebro formaba un grosor típico, reduciendo así los síntomas del TDAH. Los investigadores están investigando si las duplicaciones o eliminaciones de un segmento específico de ADN desempeñan un papel en el desarrollo del trastorno.
La alta exposición al plomo, un metal asociado con edificios antiguos, se correlaciona con tasas más altas de TDAH, señala Prevención. Puede haber una conexión entre el tabaquismo materno y el consumo de alcohol durante el embarazo y una mayor probabilidad de desarrollar TDAH. Si bien los niños con lesiones cerebrales traumáticas a menudo muestran comportamientos similares a los niños con TDAH, solo un pequeño porcentaje de los niños con este trastorno también experimenta un trauma cerebral.
La investigación no es concluyente sobre si los aditivos alimentarios aumentan la probabilidad de adquirir TDAH, según el Instituto Nacional de Salud Mental. A partir de 2015, ninguna evidencia ha relacionado el consumo de azúcar con las tasas de TDAH.