Los ejemplos de bentos incluyen ostras, corales, estrellas de mar y almejas. Factores como la temperatura del agua, la salinidad y la cantidad de luz impulsan la composición de las comunidades bentónicas en un área en particular, y pueden variar sustancialmente Diferentes regiones geográficas.
Los organismos bentónicos que viven sobre la arena se llaman epifauna. Estos animales se adhieren a otros objetos; Los ejemplos incluyen esponjas, chorros de mar y percebes. Por el contrario, la infauna se mete en la arena. Los ejemplos de infauna incluyen almejas de afeitar y gusanos de cinta roja. Muchos de estos organismos tienen adaptaciones para ese estilo de vida, como cerdas o secreciones de moco que facilitan el movimiento a través de la arena.
Debido a que estas criaturas a menudo son inmóviles o se mueven lentamente, filtran la alimentación y dependen de las partículas en el agua como alimento. Este comportamiento de alimentación puede hacer que sean muy importantes desde el punto de vista ecológico, ya que su filtrado constante elimina los residuos del agua, lo que mejora la calidad del agua. A menudo tienen mecanismos de defensa para compensar su velocidad lenta, como las conchas duras o el veneno.
Además, al construir un sustrato duro en el lecho marino, los organismos bentónicos crean hábitats productivos donde prolifera la vida marina. Estos son a menudo puntos calientes de biodiversidad, como en el caso de los arrecifes de ostras o de coral. Los organismos bentónicos también son una importante fuente de alimento para los depredadores acuáticos más grandes.