Dos sustancias que subliman, o subliman, son hielo y dióxido de carbono. La sublimación es un fenómeno en el que una sustancia se convierte directamente de un sólido en un gas sin convertirse en un líquido intermedio.
Este curioso evento natural ocurre cuando una sustancia, como el dióxido de carbono, alcanza una cierta temperatura. Todas las sustancias tienen un punto triple, una temperatura específica y una presión específica a la que pueden existir en las tres fases, sólido, líquido y gas, al mismo tiempo. Si una sustancia no ha alcanzado la presión adecuada para transformarse en un líquido, pero ha alcanzado la temperatura adecuada a la que puede transformarse en un gas, la transición de un sólido a un gas directamente sin fundirse primero. Con el dióxido de carbono, esto puede ocurrir a temperatura ambiente. Con el hielo, esto puede ocurrir en altitudes elevadas donde la presión del aire es menor que en el nivel del mar, pero solo en condiciones de humedad muy baja y luz solar o calor muy fuerte.