El oxígeno tiene una amplia gama de usos comerciales e industriales, además de ser el gas incoloro e inodoro que los humanos y otros animales respiran. Los principales usos industriales del oxígeno se encuentran en la fabricación de acero y una variedad de productos químicos, como el peróxido de hidrógeno, el cloroetano, el óxido de etileno y el ácido nítrico.
El óxido de etileno hecho de oxígeno se usa como anticongelante en automóviles y para la fabricación de poliéster, mientras que el cloroetano es el ingrediente principal en las tuberías de PVC y otros materiales. El oxígeno también se mezcla con acetileno para crear oxiacetileno, que se utiliza como combustible para las antorchas, ya que se quema a temperaturas extremadamente altas. Estas antorchas de oxiacetileno se utilizan en una gran cantidad de aplicaciones de soldadura y corte de metales, mientras que el oxígeno también desempeña un papel importante en el corte por plasma y láser.
El oxígeno puro es un gas inodoro e incoloro que se descubrió por primera vez en 1774. Fue descubierto independientemente por dos químicos diferentes, Carl Wilhelm Scheele en Suecia y Joseph Priestly en Inglaterra. El nombre de oxígeno proviene de las palabras griegas "genes oxy", que significa formación de ácido. Se cree que el oxígeno apareció por primera vez en la atmósfera de la Tierra hace aproximadamente 2 mil millones de años, como resultado de la fotosíntesis de una especie temprana de algas azul-verdes.