Un remedio para tratar la sarna requiere una solución de agua y peróxido de hidrógeno al 1 por ciento mezclada con polvo de bórax. Por cada 2 tazas de solución, agregue hasta 2 cucharadas de bórax y mezcle. Use esto para bañar al gato afectado una vez a la semana, permitiéndole que se seque al aire después.
No use este tratamiento por más de dos meses. Alternativamente, aplique aceite de cocina directamente sobre parches secos de piel para aliviar la irritación e hidratar. El aceite también mata a los ácaros que entran en contacto con él. Otro método utiliza limones. Cortar un limón en rodajas, dejando la cáscara intacta, y agregarlos a unas pocas tazas de agua hirviendo. Deje reposar y enfriar la mezcla durante la noche, y aplíquela al animal con una esponja.
Recuerde que cepillar regularmente la piel del gato también ayuda a eliminar la piel seca y con sarna y promueve la curación. También es importante mantener la cama del gato limpia cuando se trata la sarna para prevenir la reinfección. Si bien la sarna a menudo se puede tratar de manera segura con estos remedios, es importante consultar a un veterinario sobre cualquier tratamiento. Debido a que la sarna también puede conducir a infecciones bacterianas y fúngicas secundarias peligrosas, en última instancia, puede requerir tratamiento farmacéutico.
