El tigre siberiano, también conocido como el tigre de Amur, es la subespecie más grande de tigre. Los tigres siberianos se encuentran principalmente en los bosques de abedules de Siberia, Rusia oriental, China y Corea del Norte. Los tigres siberianos se consideran una especie en peligro de extinción, y los científicos estiman que solo quedan entre 400 y 500 de estos gatos en libertad.
El tigre siberiano tiene un promedio de 11 pies de largo, y la cola mide un pie adicional. Los tigres machos pueden pesar hasta 700 libras, mientras que las hembras pueden pesar hasta 400 libras. Los tigres siberianos son carnívoros cuya presa principal son los ciervos, alces, jabalíes y osos, aunque también cazan animales más pequeños, como conejos y peces. Pueden comer hasta 60 libras de comida por día.
Los tigres son territoriales y viven solos. Una camada de tigre consiste típicamente de dos a seis cachorros que permanecen con su madre durante dos o tres años. Los cachorros comienzan a aprender a cazar a los tres meses y pueden cazar solos a los 18 meses.
Los tigres siberianos están amenazados por la pérdida de hábitat y la caza, especialmente porque sus partes del cuerpo se usan en la medicina y curación tradicionales chinas. Los esfuerzos de conservación incluyen el trabajo del World Wildlife Fund para proteger a sus especies de presa y para gestionar de forma sostenible su hábitat forestal.