Algunos ejemplos de volcanes extintos incluyen el Aconcagua en Argentina, el Monte Kenia en Kenia, el Monte Ashitaka en Japón y el Monte Buninyong en Australia. Los volcanes extintos han estado inactivos durante un largo período de tiempo y se consideran poco probables para entrar de nuevo en erupción.
Según un estudio geológico de los Estados Unidos, puede ser difícil establecer si un volcán está extinto o inactivo. Los científicos podrían clasificar un volcán como inactivo en lugar de extinto, aunque no haya estallado en decenas de miles de años. Esto está relacionado con la larga vida útil de los volcanes, que permiten la posibilidad de que un volcán entre en erupción cada varias decenas de miles de años. Un ejemplo de ello es la caldera de Yellowstone, que no ha entrado en erupción durante aproximadamente 70,000 años, pero aún se considera inactiva.