La crítica arquetípica, que busca determinar el fundamento arquetípico de la trama o la premisa de una obra literaria, a menudo rastreará el concepto de la historia hasta el de la búsqueda o el viaje. En este patrón arquetípico común Como el que se encuentra en la "Odisea" de Homero, el héroe se aleja de su hogar para viajar a un lugar peligroso, cumple el objetivo de la búsqueda y obtiene algún tipo de conocimiento o experiencia valiosa durante el proceso. Otros temas arquetípicos que se encuentran comúnmente en la literatura son el del héroe rebelde Prometeo, la mujer fatal y la búsqueda del padre.
De acuerdo con C.G. Jung, los patrones arquetípicos que se encuentran en la literatura y el folklore representan temas que están profundamente arraigados en lo que él llamó la "inconsciencia colectiva" de la raza humana. Estos temas comunes y fácilmente reconocibles aparecen repetidamente en los mitos, la literatura y el folclore de la humanidad, independientemente de la diversidad de las culturas en las que aparecen. La tarea del crítico arquetípico es examinar una obra de forma inductiva, sin permitir que su análisis se vea afectado por el gusto personal, de modo que la obra pueda rastrearse hasta su fuente arquetípica.
La crítica arquetípica está estrechamente relacionada con las disciplinas científicas del psicoanálisis y la antropología social en su técnica de examen y objetivo general. Además de la influencia de Jung, la crítica arquetípica puede remontar sus orígenes al trabajo del antropólogo social, James George Frazer, quien examinó los mitos de varias culturas en busca de temas comunes y recurrentes. Frazer publicó por primera vez sus hallazgos en 1890 en "The Golden Bough". La publicación de Maude Bodkin en 1934 de "Los patrones arquetípicos en la poesía" también se considera una contribución importante al examen crítico de los temas arquetípicos en la literatura.