La tragedia de Sófocles "Antígona" contiene una ironía dramática con la decisión de Creon de enterrar a uno de los hermanos de Antígona con honor pero no al otro y con la determinación y fuerza de Antígona cuando se contrasta con la opinión de los personajes de las mujeres como débiles. Además, el diálogo de Creon a menudo está lleno de ironía verbal derivada de su falta de conciencia de la verdad, que contrasta con el conocimiento del lector.
A medida que comienza la obra, Antígona es muy consciente de la ironía del hecho de que Creon ha decretado que a uno de sus hermanos se le conceda un entierro de héroe, mientras que su otro hermano se pudre por razones políticas. Esto crea una ironía más dramática cuando Antígona, considerada débil porque es mujer, muestra más fuerza moral que los hombres que la rodean al jurar enterrar a su hermano Polyneices.
La decisión de Antígona de enterrar a su hermano enciende otra ironía dramática cuando Creon declara su venganza contra quienquiera que se atreviera a enterrar a Polinices contra sus órdenes. La ironía aquí se deriva del hecho de que el espectador es consciente de que Antígona fue responsable del entierro, mientras que Creon no lo sabe.
La ironía verbal de Creon continúa cuando un profeta le advierte que Tebas será destruido por las elecciones que se tomen. Creon hace declaraciones radicales contra aquellos que considera "vergonzosos", sin ser consciente de que está hablando de sí mismo. Creon expone además la debilidad de las mujeres sin ser consciente del hecho de que Antígona, una mujer, ha causado la caída de la ciudad.