Los consejos de meditación para principiantes incluyen comenzar poco a poco, encontrar un propósito, centrarse en el presente y experimentar con diferentes técnicas. Hacer que la meditación sea una parte regular del día le da al principiante la práctica, lo que hace que la meditación sea más fácil y más natural.
Comenzar con una breve sesión de meditación suele ser más fácil para los principiantes que pueden sentirse frustrados al tratar de concentrarse durante largos períodos de tiempo. Meditar durante no más de cinco minutos a la vez funciona bien en las etapas iniciales. Dejar de lado el pequeño bloque de tiempo cada día ayuda al principiante a hacer de la meditación un hábito diario.
Un propósito para la práctica de la meditación es útil para mantenerse enfocado. Las razones comunes incluyen reducir el estrés o ser más conscientes de la vida en general. Un mantra relacionado con el propósito ayuda a dirigir la práctica de la meditación.
Mantener el enfoque durante la meditación es a menudo una lucha para los principiantes. Ser consciente de los sentimientos, las sensaciones e incluso las distracciones ayuda a reenfocar la atención. La respiración es un foco importante de la meditación. Los principiantes deben practicar respirar larga y profundamente. Prestar atención a cómo se sienten esas respiraciones entrando y saliendo del cuerpo es una estrategia para usar durante la meditación.
Otro enfoque es cómo se siente el cuerpo. Sentarse con las piernas cruzadas es una posición común para la meditación, pero algunas personas no se sienten cómodas de esta manera. Experimentar con diferentes posiciones ayuda al principiante a encontrar una posición de meditación cómoda que promueva el enfoque.
La meditación es una experiencia personal. Un principiante en la meditación no debe compararse con los demás o pensar que tiene que meditar de cierta manera, sino que debe averiguar qué funciona mejor para ella mientras escucha y aprende de las experiencias de los demás.