Algunas soluciones para la pérdida de hábitat incluyen el uso de la tierra y la regulación del desarrollo, el monitoreo y la elaboración de informes, la zonificación y la creación de redes efectivas de áreas silvestres protegidas y reservas de vida silvestre. El problema de la destrucción del hábitat es complejo porque de la naturaleza interconectada de los hábitats del planeta.
Si bien la conservación, la reducción y la reutilización a nivel individual ayudan a disminuir la cantidad de recursos naturales que se extraen del medio ambiente, la acción colectiva también es necesaria para resolver los problemas creados por la destrucción de hábitats. Los sistemas de parques nacionales que existen en los Estados Unidos y Canadá son dos ejemplos de cómo el gobierno de una nación toma medidas para evitar una mayor pérdida de hábitat. Costa Rica ha designado aproximadamente el 26% de su territorio nacional como protegido para preservar los hábitats de su vida silvestre y mantener la rica biodiversidad que existe allí.
Las reservas marinas proporcionan protección al ecosistema al prohibir la pesca, la extracción de minerales y otras actividades que alteran el hábitat. La zonificación es un tipo de sistema de gestión de la tierra mediante el cual se regulan las actividades humanas que alteran el ecosistema para permitir que los hábitats se mantengan saludables. Los métodos de monitoreo e informe incluyen el muestreo y análisis de la calidad del agua, fotografiar áreas dañadas y aumentar la concienciación a través de la educación y el periodismo centrado en la pérdida de hábitat.
