Distintos idiomas, culturas y creencias, y fuertes vínculos con su entorno y los recursos naturales circundantes son algunas de las características comunes de los pueblos indígenas. También están vinculados por una conexión religiosa con sus tierras, y Tienen costumbres complejas para abordar lo sobrenatural y lo sagrado.
Las personas indígenas suelen ser descendientes de los primeros habitantes de un país o de una región geográfica específica. Los mayas de Guatemala, los maoríes de Nueva Zelanda y los inuit del Ártico son indígenas que han habitado sus países durante miles de años. Al igual que otros habitantes nativos, sus historias preceden a los tiempos anteriores a la colonización y al período anterior a la colonización y continúan hasta hoy.
También forman un grupo no dominante en la sociedad, pero son aceptados como un grupo cultural distinto con sus propias prácticas sociales, políticas y económicas. Las personas nativas o tribales dependen en gran medida y están conectadas con su entorno. Su tierra ancestral es una fuente invaluable de medios de vida y de importancia física y espiritual para sus prácticas culturales.
Los pueblos indígenas han contribuido a preservar el medio ambiente natural. Los cazadores-recolectores nativos en el Amazonas, por ejemplo, han protegido partes de los bosques tropicales de la deforestación. La mayoría de los nativos se resisten al cambio debido a proyectos de desarrollo impulsados por el estado o financiados por el sector, lo que les hace sufrir debido a las presiones del estado y las instituciones privadas.