La última fuente de energía es el sol. Sostiene prácticamente todos los aspectos de la vida en la Tierra. Otras fuentes de energía, tanto renovables como no renovables, dependen directa o indirectamente del sol.
Los combustibles fósiles, como el gas, el petróleo y el carbón, son formas transformadas de animales y plantas que una vez fueron sostenidas por la energía solar. La biomasa es un subproducto de la fotosíntesis, que es un proceso que depende en gran medida del sol. La energía hidroeléctrica depende del ciclo del agua, que también depende de la radiación solar. La energía de las olas, la energía de las mareas y la energía del viento dependen del sol de una forma u otra. La continua reacción termo-nuclear que tiene lugar en el sol produce grandes cantidades de energía en forma de calor y luz.