La trama de "The Tell-Tale Heart", de Edgar Allan Poe, trata sobre la locura y la paranoia del narrador que rodea a un anciano que vive con él. Más adelante en la historia, las deficiencias mentales del narrador empeoran después de que mata al anciano.
Según GradeSaver.com, el narrador de "The Tell-Tale Heart" comienza la historia diciéndole a su audiencia que no está loco, sino nervioso. Continúa con una tranquila justificación de por qué mató al anciano que vivía con él.
En la vida, el anciano nunca hace daño al narrador, pero el anciano tiene un ojo azul vidrioso que el narrador no puede soportar. Cada noche, el narrador entra en la habitación del anciano y lo observa mientras duerme. Extrañamente, cada mañana el narrador está cordial con el anciano y se comporta como si nada estuviera mal.
En la octava noche de observación, el narrador hace demasiado ruido y despierta al anciano. El narrador espera, pero el anciano no se vuelve a dormir porque siente a alguien afuera de la puerta. El narrador se impacienta e ilumina su linterna para ver la habitación. Una franja de luz se filtra a través de la grieta en la puerta y cae directamente sobre el ojo abierto del anciano. El narrador se sobresalta al ver el globo ocular y comienza a escuchar un sonido de golpeteo, como un latido del corazón. El narrador pierde el control y ataca al anciano, matándolo. El viejo grita una vez antes de morir. El narrador corta el cuerpo en varias piezas y las esconde debajo de las tablas del piso.
Los vecinos informan a la policía del grito del anciano y los oficiales llegan poco después para registrar la casa del narrador. El narrador mantiene una actitud calmada durante la investigación e incluso lleva a los policías a la habitación del anciano para sentarse y charlar casualmente. Sin embargo, el narrador comienza a escuchar el latido del corazón de nuevo. La paranoia del narrador aumenta a medida que el latido del corazón se hace más fuerte. Comienza a pensar que la única razón por la que los policías se muestran indiferentes es porque también pueden escuchar el latido del corazón y saber lo que hizo el narrador. Finalmente, la paranoia del narrador obtiene lo mejor de él, y él confiesa el asesinato.
