Se estima que la temperatura más alta en Saturno es de 11,700 grados Celsius en su núcleo. El núcleo de Saturno está compuesto por hidrógeno líquido metálico formado por las fuerzas de compresión que rodean el núcleo. La energía que irradia desde el planeta es el doble de lo que recibe del sol.
Aparte de la compresión gravitacional, los científicos plantean la hipótesis de que el calor es producido por la fricción creada por el hundimiento del helio en el núcleo del planeta. El hidrógeno y el helio forman una capa gruesa alrededor del núcleo de Saturno, creando fuertes fuerzas de compresión. A medida que el hidrógeno licuado se aleja del núcleo, gradualmente se vuelve no metálico y se transforma en una forma gaseosa.