Los cowbirds y el bisonte tienen una relación comensal en la que los cowbirds se benefician de las actividades del bisonte y el bisonte no es ayudado ni perjudicado por la presencia de las aves. Históricamente, los cowbirds evolucionaron para viajar al lado manadas de bisontes cuando se movían a través de praderas y prados. Los movimientos y la actividad del bisonte perturban a muchos insectos, que el cowbird puede comer.
Esta relación entre los cowbirds y el bisonte fue fundamental en el desarrollo de los hábitos de anidación parasitaria del cowbird. Mientras siguen al bisonte mientras migran, los cowbirds no pueden detenerse, construir un nido y cuidar los huevos. En cambio, los cowbirds depositan huevos en los nidos de otras especies. Cuando el joven cowbird eclosiona, los padres sustitutos lo alimentan hasta que tiene la edad suficiente para volar.
Muchas otras aves residen cerca de herbívoros grandes, como vacas, bueyes y rinocerontes. Además de beneficiarse de los insectos perturbados, muchos de estos animales también comen las garrapatas y otros parásitos que se alimentan de los animales más grandes. En tales casos, la relación se describe mejor como mutualista que comensal, ya que el herbívoro se beneficia de tener menos parásitos. Además, los grandes herbívoros tienden a desalentar la presencia de los depredadores de las aves pequeñas.