La Organización Mundial de Comercio asegura que los países que comercializan bienes y servicios tienen una opinión sobre cómo se realiza el comercio a nivel internacional, promoviendo así las relaciones pacíficas, estimulando el crecimiento económico global, disminuyendo el costo de vida para los residentes de muchas naciones y creando desafíos a los gobiernos que buscan obtener una ventaja económica a través de prácticas comerciales corruptas. La OMC generalmente alienta al gobierno transparente entre sus miembros.
Según Aspenia Online, la OMC sirve como foro para resolver problemas globales, incluida la seguridad alimentaria, el cambio climático y la volatilidad de los precios de los productos básicos. Por ejemplo, durante un año en el que ciertos cultivos experimentan bajos rendimientos, la organización trabaja con todas las naciones que cultivan el cultivo para ayudar a las naciones afectadas a alimentar a sus propios ciudadanos sin crear un alto aumento en los precios de ese cultivo en particular en todo el mundo.
La OMC promociona su propia efectividad y valor, en parte, en función de su capacidad para igualar el terreno de juego para las naciones más pequeñas y más pobres, ofreciendo a esos países una voz durante las negociaciones comerciales. También alienta a los países pequeños a formar alianzas económicas cuando esto sea ventajoso para el comercio mundial y las naciones respectivas. La OMC también permite a las naciones más grandes dedicar menos tiempo a negociar los detalles de los acuerdos y centrarse más en la productividad.