Si bien la tragedia clásica generalmente involucró a personas heroicas en situaciones simplemente terribles (a menudo de su propia creación), la tragedia moderna coloca a las personas cotidianas en atolladeros similares en un entorno contemporáneo. La tragedia de "Edipo Rex" implica un joven príncipe involucrado en una profecía que predijo que mataría a su padre y se casaría con su madre, y cuando ese improbable escenario se hace realidad, el rey se ciega a sí mismo, abandona su trono y deja a Tebas en el caos.
En la tragedia moderna "Death of a Salesman", el personaje principal es solo un vendedor, pero sus elecciones, cuando se da cuenta de que ya no puede mantener a su familia, son tan importantes en el escenario como se suicida innecesariamente solo en cuestión de semanas de pagar la hipoteca, dejando a su familia en ruinas.
Aunque personajes tan trágicos como Agamenón, Antígona, Otelo y Julio César se mantienen firmes en el panteón del drama, sus historias no son más grandes que las pruebas que las personas modernas enfrentan durante el curso de sus vidas. Agamenón tiene que sacrificar a una virgen para irse a pelear su guerra, y él comete el terrible error de elegir a su hija. En el trágico final del matrimonio de Rabbit Angstrom en "Rabbit at Rest", su codicia sensual lo lleva a hacer el amor con su nuera, un acto que solo puede seguir huyendo a Florida. La codicia, la codicia y la rabia que se encuentran dentro de los seres humanos son una tragedia, ya sea que uno sea un monarca o un cartero.