Ezra era un sumo sacerdote y escriba judío y descendiente de Aarón. Ezra estaba en el exilio en Babilonia y el rey Artajerjes le dio instrucciones para dirigir a un grupo de judíos en Babilonia a su tierra natal, Jerusalén. El rey lo envió a enseñar las leyes de Dios al pueblo judío, y se le atribuye a Ezra la introducción de la Torá en Jerusalén. Ezra ayudó a reintroducir numerosos principios y tradiciones judíos al pueblo judío y evitar que pecaran contra Dios.
El libro del Nuevo Testamento de Esdras está supuestamente escrito por el hombre mismo. En el libro, Ezra escribe sobre el regreso de los exiliados judíos a Jerusalén, la construcción del templo de Dios en la tierra y los problemas inmorales que afectaban a los judíos. En el momento de su llegada a Jerusalén, el pueblo judío estaba en desorden y casándose con personas no judías. Ezra fue un gran maestro y erudito, lo que lo convirtió en un líder natural entre el pueblo judío.
El padre de Ezra era Seraiah, quien fue ejecutado por el rey de Babilonia Nabucodonosor. Ezra nació en 480 a. C., y murió en 440 a. C. La historia de la vida de Ezra está documentada en el libro de Ezra, y es una figura muy venerada en el judaísmo.