La fuente fundamental de la radiación electromagnética es la interacción vibratoria entre un campo eléctrico y un campo magnético. Este fenómeno se debe al movimiento de partículas inducidas eléctricamente que se propagan a través de un material o vacío. >
El físico escocés James Clerk Maxwell descubrió que los campos eléctricos y magnéticos fluctuantes inducen un tipo de radiación en forma de ondas electromagnéticas o EM, que viajan en dirección perpendicular a los campos. En el vacío, una onda EM viaja a la velocidad de la luz, que es aproximadamente igual a 186,000 millas por segundo. Estas ondas pueden propagarse a través del espacio sin un medio. Las ondas EM poseen impulso, interferencia y difracción manifiestas y pueden adquirir polaridad. Todas las ondas EM se caracterizan por sus longitudes de onda, amplitudes, frecuencias, períodos y velocidades.
Las ondas EM se cuantifican y contienen una cantidad específica de energía que proviene de partículas de luz conocidas como fotones. Estas ondas corresponden a longitudes de onda y frecuencias particulares, utilizadas como base para clasificarlas en el espectro electromagnético. Los ejemplos comunes de ondas EM incluyen ondas de radio, rayos X, luz visible, rayos infrarrojos, microondas, radiación ultravioleta y rayos gamma. Las ondas de radio son emitidas por estaciones de radio y televisión, rayos X por máquinas de rayos X utilizadas en el campo médico, luz visible por cualquier objeto que puede verse a simple vista, infrarrojo por cualquier material caliente, microondas por un horno de microondas ultravioleta del sol y rayos gamma por compuestos radioactivos.