Ciertos tipos de cáncer, como el mieloma múltiple o el linfoma, causan una tasa de sedimentación elevada, según MedlinePlus. Los médicos pueden usar una prueba de tasa de sedimentación para controlar el cáncer. Sin embargo, una tasa de sedimentación elevada es solo una prueba de detección y no proporciona un diagnóstico de cáncer.
La investigación relaciona las elevadas tasas de sedimentación con un mal pronóstico de cáncer, señala el American Family Physician. El carcinoma gástrico avanzado, el cáncer de mama, el cáncer de próstata, el cáncer colorrectal y el carcinoma de células renales producen mayores tasas de sedimentación. Los médicos también usan tasas de sedimentación elevadas como un indicador temprano de una recaída de la enfermedad de Hodgkin.
Una tasa de sedimentación elevada superior a 100 milímetros por hora combinada con un tumor sólido sugiere que el cáncer se disemina desde el sitio primario a otra parte del cuerpo, según American Family Physician. Sin embargo, los médicos usan pruebas de diagnóstico más exactas para determinar el pronóstico definitivo y la progresión del cáncer.
El aumento de las tasas de sedimentación a veces es el resultado del embarazo, la enfermedad renal, la enfermedad de la tiroides y la anemia, señala MedlinePlus. Los trastornos autoinmunes comunes, como la artritis reumatoide o el lupus, producen tasas de sedimentación elevadas. Algunas veces las infecciones de la válvula cardíaca, el corazón, los huesos o la piel causan un aumento en la tasa de sedimentación. Otras infecciones graves, como la fiebre reumática, las infecciones sistémicas y la tuberculosis, también causan este resultado. La vasculitis necrotizante, la hiperfibrinogenemia y la vasculitis alérgica, que son trastornos autoinmunes menos comunes, producen tasas de sedimentación muy altas.