El tema central de la parábola del hijo pródigo es el perdón. La parábola cuenta la historia de dos hermanos, uno de los cuales le pide su herencia mientras su padre aún vive. El padre está de acuerdo, pero el hijo desperdicia su riqueza al vivir salvajemente en sus viajes.
El hijo toma un trabajo como sirviente, pero está tan desamparado que desearía poder comer la pendiente que alimenta a los cerdos a su cuidado. El hijo regresa para rogarle al padre que sea su sirviente, sabiendo que su padre trata mejor a sus sirvientes y esperando que la relación se rompa. En cambio, el padre lo recibe con los brazos abiertos y prepara una fiesta, regocijándose de que su hijo haya visto el error de sus caminos y se arrepienta de ellos.