El propósito de E.B. El ensayo de White de 1941, "Once More to the Lake", sirve para ilustrar la forma en que el viaje de White a su lugar de vacaciones de la infancia con su hijo evoca poderosos recuerdos sensoriales: estos recuerdos lo hacen muy consciente de su propia mortalidad. Las capas blancas pasan los recuerdos sobre las experiencias actuales para enfatizar la naturaleza cíclica de la existencia humana.
En este ensayo, White recuerda los viajes de vacaciones que hizo con su padre cuando tenía la edad de su hijo, y utiliza la narrativa no lineal para cerrar la brecha entre el pasado y el presente. A medida que comienza a relatar los recuerdos sensoriales profundamente arraigados de su infancia, White comienza a conectar las formas en que ahora ocupa el lugar de su padre.
Mientras él y su hijo pescan, White se maravilla de su capacidad para cruzar la línea entre el pasado y el presente: escribe que "... no sabía de qué vara [estaba] al final". La división entre sus dos yoes se vuelve más clara cuando él y su hijo caminan hacia la granja para cenar. El creciente peso de su propia mortalidad se vuelve más fuerte cuando se da cuenta de que la modernización solo ha dejado dos huellas en el camino: reconoce que "... perdió la alternativa del medio".
Cuando una tormenta de la tarde se mueve, White lo describe en términos de un viejo melodrama en el que la tensión aumenta hasta que los cielos explotan con una cacofonía de ruido. Sin embargo, una vez que la oscuridad es suplantada por el regreso de "luz, esperanza y espíritu", los campistas cobran vida y corren a nadar bajo la lluvia. Es en este punto, cuando White se mantiene fuera de la lluvia y observa a su hijo preparándose para unirse a los nadadores, que reconoce que el ciclo se ha completado. Es en este momento, que "... de repente [su] ingle sintió el escalofrío de la muerte".