La competencia entre animales desempeña una variedad de roles en el ecosistema. La competencia entre animales de la misma especie puede ocurrir durante las temporadas de apareamiento o sobre el control del territorio; la competencia entre diferentes especies puede provenir de recursos limitados en un área.
La competencia intraespecífica, o competencia entre dos animales de la misma especie, es uno de los tipos de competencia investigados más comúnmente, según Nature.com. Este tipo de competencia usualmente ocurre cuando dos animales compiten por el dominio o el territorio, especialmente cuando hay parejas potenciales involucradas.
Las competiciones inter-específicas ocurren entre dos especies, generalmente sobre un recurso limitado. La mayoría de estas competiciones son competiciones de aptitud física y fuerza y, por lo general, tienen un resultado negativo para el animal o especie más débil. Por ejemplo, un animal más fuerte y más dominante puede evitar que un animal más débil acceda a una fuente de agua en un desierto.
Dentro de estas dos categorías de competencia, hay tres subcategorías que describen si la competencia afecta directa o indirectamente a otra especie. La competencia de interferencia da como resultado directamente un cambio en el comportamiento de recolección de recursos de una especie, como un animal dominante que impide físicamente que otra se aparee.
La explotación y la competencia aparente son los efectos indirectos que los animales tienen unos sobre otros a medida que utilizan los recursos. Por ejemplo, cuando un animal usa un recurso, hay menos de ese recurso disponible para que otros lo consuman.
Según Nature.com, hay una multitud de formas en que los animales pueden competir durante sus ciclos de vida; La competencia intra y entre especies son solo dos de las formas más altamente investigadas en las que los animales interactúan.