Una dinamo tiene dos componentes principales: imanes estacionarios llamados estatores, que crean un potente campo magnético, y un imán móvil llamado rotor que gira dentro del campo magnético. El rotor en movimiento atraviesa las líneas de flujo del campo magnético y este movimiento crea electricidad.
El movimiento giratorio del rotor dentro de la dinamo genera electricidad al empujar las partículas cargadas eléctricamente dentro del campo magnético unas contra otras. Los imanes dentro de una dinamo están hechos con un material de cobre que se envuelve alrededor del hierro llamado solenoide, que es más poderoso que una magnetita o un imán permanente. El movimiento giratorio del rotor puede ser impulsado por la caída de las turbinas de agua, viento y vapor o gas.