Los niveles elevados de LDH indican que los linfocitos se están dividiendo, que los glóbulos rojos se están dañando y que el linfoma se está desarrollando o progresando, según Lymphomation.org. Sin embargo, un aumento en los niveles de LDH es Indicador no específico de la progresión del linfoma y puede surgir de afecciones no relacionadas.
Los médicos usan análisis de sangre para medir la cantidad de ciertas sustancias químicas y células en la sangre y, posteriormente, para determinar el pronóstico del linfoma, afirma la Sociedad Americana del Cáncer. Las pruebas de sangre típicas para el linfoma incluyen el hemograma completo y la prueba de lactato deshidrogenasa. Los pacientes con linfoma en progreso tienen un CDC bajo y niveles altos de LDH. Sin embargo, los médicos deben realizar pruebas adicionales para descartar la presencia de virus como el VIH y la hepatitis B y C, que tienen efectos similares.
Los cambios en los niveles de LDH señalan daño tisular o anomalías en la sangre, señala Lymphomation.org. Los cambios agudos o anormales en los niveles de LDH en pacientes con linfoma indican una transformación de la enfermedad. Los médicos monitorean los cambios en los niveles de LDH de cinco sistemas corporales diferentes y utilizan los resultados para determinar la fuente de los niveles elevados de LDH. Estos resultados indican la progresión del linfoma en las partes examinadas del cuerpo. Los medicamentos como la aspirina, la procainamida, los narcóticos y los fluoruros también pueden afectar los niveles de LDH.