La psicología puede ayudar a las enfermeras en diferentes áreas de sus trabajos, ya sea diagnosticando a un paciente, decidiendo un plan de tratamiento o manejando una relación con un paciente. Además, existe una carrera específica llamada enfermería psiquiátrica que combina los campos de enfermería y psicología.
Al diagnosticar a un paciente, las enfermeras deben tener en cuenta no solo el estado físico del paciente, sino también su estado mental, ya que esto puede afectar su tratamiento. Por ejemplo, es probable que algunos pacientes sean optimistas a lo largo de su tratamiento, mientras que otros pueden enfadarse y deprimirse. Es importante señalar esto durante el diagnóstico.
La psicología también debe considerarse al planificar el tratamiento. Los pacientes que están ansiosos por su condición pueden necesitar más estímulo y apoyo de las enfermeras para poder completar sus tratamientos y pueden necesitar objetivos a más corto plazo que los pacientes más optimistas.
Además, el conocimiento psicológico puede ayudar a las enfermeras a manejar sus relaciones con los pacientes. Una enfermera que estudió psicología pediátrica puede tener una mejor idea de cómo aliviar los temores y confusiones de los pacientes jóvenes y poder tratarlos mejor. Las enfermeras que están capacitadas como enfermeras psiquiátricas trabajan para tratar a pacientes con trastornos psiquiátricos, como depresión o abuso de sustancias.