Para esterilizar la arena, extiéndela en bandejas de metal con un espesor máximo de 4 pulgadas, cúbrala con papel de aluminio y hornéela en el horno a 200 grados Fahrenheit hasta que el centro de la arena alcance entre 180 y 200 grados Fahrenheit. Ajuste el horno para mantener la temperatura durante 30 minutos. Mantener cubierto hasta su uso.
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Llene los platos para hornear
Compre la cantidad necesaria de arena lavada. Si reutiliza la arena, rastrille y retire los residuos antes de hornear. Coloque la arena en una fuente de metal para hornear. Extienda la arena a una altura máxima de 4 pulgadas. Cubra la sartén con papel de aluminio.
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Hornea la arena
Coloca los moldes cubiertos con papel de aluminio en un horno a 200 grados Fahrenheit. Inserte un termómetro de carne a través de la lámina en la arena. Comience a cronometrar el proceso cuando la temperatura de la arena alcance los 180 grados Fahrenheit. Mantenga la temperatura entre 180 y 200 grados Fahrenheit durante 30 minutos. No permita que la temperatura del suelo supere los 200 grados Fahrenheit. Proporcione ventilación, ya que la arena emite un olor mientras se calienta.
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Enfríe la arena
Retire las cacerolas del horno y colóquelas en un lugar seguro para enfriarlas. Deje los moldes tapados y deje enfriar a temperatura ambiente. No quite las cubiertas hasta que esté listo para usar la arena.