De acuerdo con la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica, las condiciones que pueden generar un tornado ocurren tan repentinamente que predecir un tornado con más de unos pocos minutos de anticipación es extremadamente difícil. El Servicio Meteorológico Nacional emite alertas de tornado cuando las condiciones son propicias para la formación de tornados a fin de mantener a los ciudadanos alertas y escuchar las transmisiones meteorológicas para advertencias de tormentas.
Cada vez que los sistemas meteorológicos severos se vuelven lo suficientemente poderosos, tienen el potencial de generar tornados. El factor clave que convierte una fuerte tormenta eléctrica en una tormenta tornádica es la rotación, es decir, cuando la convección del aire caliente crea un movimiento en las nubes que se convierte en una poderosa nube de embudo. Desafortunadamente, esta rotación puede comenzar solo momentos antes de que un devastador tornado descienda de las nubes, por lo que cuando el clima es grave, los meteorólogos deben prestar mucha atención a sus instrumentos. Un "eco de gancho" en el radar Doppler, que indica una fuerte divergencia en la dirección del viento en un área pequeña, es uno de los mayores signos de advertencia de un tornado inminente. Mientras que el Servicio Meteorológico Nacional solo emite advertencias de tornado cuando un embudo se ve visualmente o se detecta claramente en el radar, la simple presencia de un eco de gancho suele ser suficiente para que los meteorólogos adviertan a los ciudadanos en el área afectada que se cubran de inmediato.