El jabón de azufre, también conocido como jabón de azufre, se usa para tratar muchas afecciones crónicas de la piel como el acné. Seca la piel y tiene propiedades antisépticas y antibacterianas.
El jabón de azufre disminuye la inflamación asociada con el acné. También ayuda a eliminar la grasa y evita que los poros se bloqueen. Reduce la apariencia de granos y cabezas blancas.
El jabón de azufre es eficaz para tratar la sarna. Mata a los ácaros que causan enrojecimiento, erupciones y picazón. El jabón de azufre también trata la dermatitis seborreica matando y eliminando el hongo en la piel que hace que la piel esté grasosa, roja, escamosa y escamosa.
La rosácea es otra afección de la piel que se trata con el lavado con jabón de azufre. Reduce las protuberancias y el enrojecimiento que se producen en la barbilla, la nariz, la frente y las mejillas.