Los fibromas se extraen del útero mediante procedimientos como la cirugía con ultrasonido focalizado, la embolización de la arteria uterina, la miólisis o la criomiolisis y la miomectomía laparoscópica o histeroscópica, según la Clínica Mayo. También se pueden extraer mediante ablación endometrial, miomectomía abdominal e histerectomía.
La cirugía de ultrasonido enfocada es un procedimiento no invasivo en el que los fibromas son destruidos por el calor producido por las ondas de sonido, según la Clínica Mayo. En la embolización de la arteria uterina, los fibromas se destruyen cuando su suministro de sangre es interrumpido por agentes embólicos. La miólisis, una técnica poco utilizada, elimina los fibromas a través de láseres o corrientes eléctricas, mientras que la criomiolisis destruye los fibromas mediante la congelación.
La miomectomía laparoscópica puede usarse si el paciente no tiene demasiados fibromas y son pequeños, dice la Clínica Mayo. Se insertan instrumentos miniaturizados y una pequeña cámara en el abdomen para ayudar al cirujano a extraer los fibromas. La cirugía también puede ser asistida por robot, lo que la hace más precisa.
Si los fibromas están dentro del útero, se pueden extraer a través de la vagina en una miomectomía histeroscópica, dice la Clínica Mayo. Los fibromas también pueden ser destruidos por un instrumento especializado que también destruye el revestimiento del útero mediante la aplicación de calor. La miomectomía abdominal utiliza cirugía abierta para extirpar los fibromas grandes y profundos. La histerectomía elimina el útero por completo.