Un koala se adapta a su entorno con los pulgares opuestos, un gran sentido del olfato, una capa densa y un sistema digestivo único. Un koala tiene dos pulgares opuestos en sus patas delanteras y uno en cada una sus patas traseras para que pueda agarrar fácilmente las ramas.
El koala se adapta a su entorno con un gran sentido del olfato. Utiliza su nariz para oler las mejores hojas para comer. El koala solo se alimenta de algunas de las 600 especies de hojas de eucalipto, lo que significa que su nariz es esencial para encontrar estas especies en particular.
Otra adaptación crítica para el koala es su sistema digestivo. El koala solo come hojas de eucalipto, que son venenosas. Para digerir las toxinas en las hojas y el alto contenido de fibra, el tracto digestivo del koala contiene bacterias especiales que descomponen las toxinas. Cuando los bebés koalas se están preparando para dejar la bolsa, la madre produce Papanicolaou, que contiene materia fecal con estas bacterias únicas. El bebé se alimenta del Papanicolaou para introducir las bacterias en su tracto digestivo para que pueda comenzar a comer hojas de eucalipto.
Otra adaptación del koala es su denso abrigo de piel. Este pelaje actúa como un cojín para su parte inferior mientras se sienta en los árboles. También lo mantiene caliente cuando hace frío.