Los tigres, como la mayoría de los mamíferos, utilizan sus pulmones para respirar oxígeno gaseoso de la atmósfera utilizando los músculos del diafragma para inhalar y exhalar. Los tigres rara vez usan su sentido del olfato para cazar; sus sentidos olfativos se utilizan para marcar el territorio y para aparearse. El virus de la leucemia felina es una dolencia común entre los tigres que causa problemas respiratorios.
Los tigres son normalmente animales solitarios que marcan su territorio rociando orina sobre las plantas. Los aromas identifican a los tigres por sexo y si el animal está o no cerca o lejos. Cuando un tigre de fuera huele la orina de otro espécimen, el intruso sabe que este territorio ya está reclamado. Los tigres se huelen entre sí arrugando la nariz mientras la lengua está expuesta a la boca. Esta expresión facial permite a los felinos mejorar su sentido del olfato para identificar a los propietarios del territorio.
Las hembras rocían más orina de lo normal cuando están listas para aparearse. Cuando los machos pasan por el territorio de una hembra, el olor de la orina es más fuerte durante los tiempos de apareamiento. Este fuerte olor a orina indica que una mujer está lista para concebir.
National Geographic afirma que quedan menos de 2,500 tigres en libertad debido a la caza, la pérdida de hábitat y la invasión humana. Los tigres son las especies felinoides más grandes de la Tierra que tienen distintivos abrigos rojo-naranja con rayas negras.