La atmósfera de la Tierra protege la vida en la superficie al filtrar la radiación ultravioleta mortal, destruyendo la mayoría de los meteoros que la atraviesan y reteniendo calor. La atmósfera también proporciona oxígeno a los humanos y dióxido de carbono a las plantas.
La atmósfera consta de cinco capas y tiene un grosor de aproximadamente 60 millas. La capa más cercana a la superficie se llama troposfera y proporciona la mayor parte del oxígeno del planeta. Esta capa también es responsable del clima, incluida la lluvia, que protege a los habitantes de la Tierra de la sequía y el hambre. Por encima de la troposfera se encuentra la estratosfera. Este contiene la capa de ozono, que absorbe las radiaciones nocivas. La estratosfera tiene un clima muy estable, lo que la hace segura e ideal para las aeronaves.
La capa media tiene 20 millas de espesor y se conoce como la mesosfera. Esta capa es donde la mayoría de los meteoros se encogen o se queman completamente. La segunda capa más alta de la atmósfera es la ionosfera, y esta capa extremadamente delgada se extiende hacia el espacio exterior. Esta capa es importante para la comunicación, ya que los satélites orbitan en esta capa y las ondas de radio rebotan en ella. La capa más externa de la atmósfera se conoce como la exosfera. Esta capa protege al planeta del viento solar, que ejerce una fuerza contra él y determina su tamaño. El tamaño varía de cientos a miles de millas sobre la superficie de la tierra.