Los humanos causan la contaminación de varias maneras, incluyendo la quema de combustibles fósiles, la conducción de automóviles y camiones, la manufactura, la minería y la participación en actividades agrícolas. Algunos tipos de contaminación, como derrames de petróleo y desastres mineros, producen Impactos negativos inmediatos en ambientes y ecosistemas circundantes. Otros, como la generación de electricidad y la conducción de vehículos, producen contaminación durante largos períodos de tiempo.
La contaminación proviene de muchas fuentes y adopta diversas formas. Existe en el aire, el agua y en la tierra. La contaminación del aire se deriva de emisores tóxicos, como los combustibles fósiles que se escapan a la atmósfera. La contaminación del aire surge de la bioacumulación de ciertos contaminantes en el aire. Estas partículas nocivas incluyen partículas, ozono en los niveles más bajos de la atmósfera de la Tierra, óxidos de nitrógeno y azufre y monóxido de carbono. Estas partículas reducen la calidad del aire en ambientes locales y regionales. También aumentan las cantidades locales de smog y atrapan el calor, contribuyendo en última instancia al calentamiento global.
En la tierra, las fuentes humanas de contaminación incluyen la eliminación y eliminación inadecuadas de los desechos del ganado y las operaciones agrícolas. Los seres humanos también producen contaminación lumínica y acústica, que existen principalmente en ciudades y centros urbanos. La contaminación lumínica se refiere a un alto volumen de luz artificial, como los accesorios de iluminación grandes. La contaminación acústica proviene del tráfico y de estructuras hechas por el hombre, como refinerías e instalaciones de producción.