Demócrito, un filósofo griego antiguo, no fue el primero en proponer una teoría atómica, como lo propuso originalmente su mentor Leucipo. Demócrito adoptó la teoría, la desarrolló aún más y proporcionó una visión más detallada y sistemática del mundo físico.
Según la teoría atómica de Demócrito, todo está formado por átomos, que son físicamente indivisibles: los átomos son indestructibles, eternos e invisibles, pequeños e incapaces de ser disminuidos. Él postuló que los átomos ocupan espacio y difieren en tamaño, forma, magnitud, posición y disposición. En su modelo, los átomos son homogéneos.
Usando esto como una base para el mundo físico, Demócrito pudo explicar todos los cambios en el mundo como cambios en el movimiento de los átomos, o cambios en la forma en que los átomos se agrupaban. La teoría explicaba la física y las matemáticas combinadas, ya que su estructura era cuantitativa y estaba sujeta a leyes matemáticas.
La teoría de Demócrito elaboró más detalladamente cómo se comporta la naturaleza. Según la teoría, la naturaleza es un mecanismo altamente complejo. Cuando se trata de cualidades como la calidez y el sabor, los átomos difieren solo en cantidad y las propiedades de estas cualidades son solo por convención. Según Demócrito, los átomos y el Vacío son las únicas cosas que realmente existen.
En su teoría, explicó que los átomos que se movían al azar y chocaban para formar cuerpos más grandes era la forma en que comenzó el universo. Según Democritus, el mundo siempre existió, existirá para siempre y está lleno de átomos que se mueven al azar.