Los relojes cinéticos transforman la energía cinética del movimiento en energía eléctrica, utilizando esa energía para ejecutar el mecanismo del reloj, según Seiko. Un peso dentro del reloj se mueve cada vez que mueves tu muñeca, girando Un pequeño generador para crear corriente. Esta electricidad funciona con el mecanismo del reloj y elimina la necesidad de baterías o bobinas reemplazables.
A diferencia de los relojes automáticos, que utilizan energía cinética para rebobinar el mecanismo del resorte de tensión que mantiene el reloj en marcha, los relojes cinéticos implican electricidad. La electricidad almacenada se conduce a través de un cristal de cuarzo, creando una vibración que mantiene la sincronización de los engranajes dentro del reloj. Los relojes de cuarzo son más precisos que los mecánicos, perdiendo solo unos segundos en el transcurso de un mes en lugar de minutos. La miniaturización y los avances tecnológicos han reducido la cantidad de energía necesaria para ejecutar este sistema a un micro vatio o menos, lo que hace posible generar esta electricidad simplemente a través de movimientos incidentales del cuerpo. Si un reloj cinético permanece estacionario durante un largo período de tiempo, la batería interna puede quedarse sin energía para hacer funcionar el mecanismo, pero simplemente agitar el reloj por unos momentos debería introducir suficiente carga en el sistema para que las cosas vuelvan a funcionar.