La vida con diabetes implica controlar constantemente el azúcar en la sangre, comer con cuidado y hacer ejercicio; los eventos diarios deben planearse en torno a estas cosas y, como resultado, la calidad de vida de los diabéticos cambia drásticamente. Muchos diabéticos también tienen que lidiar con el temor a las complicaciones y el estrés que esos temores aumentan en la vida cotidiana. >
Cuando una persona recibe un diagnóstico de diabetes tipo 2, los cambios en el estilo de vida deben implementarse de inmediato. Los pacientes deben trabajar en estrecha colaboración con sus profesionales de la salud para encontrar el plan de tratamiento adecuado para ellos.
Los diabéticos a menudo sienten una gran cantidad de cambios físicos antes y después del diagnóstico. Sed, fatiga e insomnio son solo algunos de los síntomas que acompañan a la diabetes. Los síntomas continuos junto con un diagnóstico que cambia la vida también aumentan el riesgo de que una persona diabética desarrolle depresión, sugiere HeathLine.
Para mantener la calidad de vida a la que está acostumbrado un paciente, es importante establecer una buena relación con un profesional de la salud calificado. Muchos están capacitados no solo para ayudar a un paciente a lidiar con las manifestaciones físicas de la enfermedad, sino también con la depresión.
Además de controlar los síntomas de la diabetes y la depresión, el estilo de vida financiero de una persona puede tener que cambiar. Los medidores de glucosa, las tiras reactivas, la insulina y otros medicamentos pueden agotar rápidamente una cuenta bancaria si el seguro no cubre los costos.