Por lo general, los gatos crecen por completo cuando cumplen su primer año de vida. Sus huesos dejan de crecer a los ocho meses, pero la maduración sexual toma otros cuatro meses. Durante el segundo año, el marco de un gato se llena, pero su estructura ósea está establecida.
La velocidad de crecimiento es más lenta en algunas razas. Las razas más grandes como Savannah y Maine Coon, por ejemplo, tardan de tres a cinco años en alcanzar su pleno crecimiento y, a menudo, pesan 30 libras o más. Al igual que los humanos, la genética de los gatos juega un papel importante en el tamaño de un gato. Un gato puede dejar de crecer o crecer más lentamente si faltan sus necesidades nutricionales.