La revista Duke señala que los huesos del cráneo continúan creciendo a medida que las personas envejecen. La frente tiende a moverse hacia adelante mientras que los pómulos se mueven ligeramente hacia atrás, causando cambios sutiles en el rostro humano. Debido a que los huesos faciales se inclinan hacia adelante a medida que las personas envejecen, esto causa que los tejidos blandos se hundan.
Live Science informa que a medida que las personas envejecen, sus huesos del cráneo pierden volumen. Las cuencas de los ojos se agrandan y alargan. Los huesos de la mandíbula caen en ángulo. El ángulo de la nariz también puede reducirse algo a medida que la persona envejece. Todos estos cambios en la forma de los huesos del cráneo contribuyen a hacer que la persona parezca mayor.