Los tulipanes son venenosos pero rara vez mortales, según el Museo de Nueva Escocia. En la planta se encuentra una toxina llamada glucósidos, que puede causar mareos, dolor abdominal y convulsiones.
Todas las partes de la planta del tulipán contienen compuestos venenosos, pero los bulbos son los más peligrosos. En tiempos de hambruna, las personas solían consumir los bulbos y enfrentaban consecuencias negativas. Además, los bulbos pueden confundirse ocasionalmente con bulbos de cebolla comestibles y consumirse accidentalmente, especialmente por parte de niños y animales. Los tulipanes también contienen el alérgeno tuliposide A, que puede causar dermatitis, una inflamación de la piel, en individuos sensibles. Mientras que los tulipanes contienen estas diversas toxinas, las consecuencias para la salud son raras. Aún así, las personas sensibles probablemente deberían evitar manejarlos.