No hay evidencia que respalde la creencia de que los hombres lobo son reales. Las leyendas sobre hombres lobo y otros que cambian de forma son comunes en muchas partes del mundo. Sin embargo, no hay evidencia física de que un humano pueda realmente convertirse en un lobo.
Los lobos rabiosos son una posible fuente para la leyenda del hombre lobo. En los seres humanos, los síntomas de la rabia incluyen el comportamiento agresivo. Se puede considerar que las personas que contraen la rabia por la mordedura de un lobo han adquirido las características de un lobo.
Algunos trastornos genéticos también desempeñan un papel en estas leyendas. Por ejemplo, la hipertricosis generalizada congénita implica un crecimiento excesivo de vello en la cara y el cuerpo que le da a la persona afectada la apariencia de un animal.