Los detalles sensoriales son elaboraciones de sensaciones específicas experimentadas, que incluyen cualidades visuales, sonoras, olfativas, táctiles, luminosas o cinestésicas. Pueden incluir descripciones como "el aire era denso y el vuelo era irregular". o "sus ojos eran de color verde avellana".
Los detalles sensoriales pueden usarse en instancias literarias, académicas, científicas o artísticas. Los detalles sensoriales ayudan a transmitir una impresión directa de un momento y lugar en particular o de un mundo de vida. Detalles de la experiencia que tienen en cuenta los sentidos: era un día lluvioso y los faros de los automóviles se refractaban a la distancia; las vacas tenían un olor fuerte y picante; la puesta de sol irradiaba un magenta resplandeciente, lo que puede aumentar el realismo de un pasaje.
Los detalles sensoriales pueden dar vida a la escritura y atraer al lector a la escena al imaginar de primera mano los detalles descritos. A menudo, se puede utilizar una combinación de detalles sensoriales para crear una imagen aún más convincente de una escena, y los detalles sensoriales no tienen que expresarse únicamente a través del lenguaje. Por ejemplo, muchos de los pintores asociados con el movimiento impresionista estaban completamente obsesionados con el fenómeno de la luz e intentaron codificar impresiones de luminosidad directamente a través del lienzo. El pintor impresionista francés del siglo XIX, Claude Monet, era famoso por sus brillantes invocaciones de luz natural que caían en cascada de las paredes de la catedral, de los estanques y de los paisajes.
