Aunque hay muchas maneras de secar rápidamente el esmalte de uñas, una forma simple es sumergir las uñas en agua con hielo. Necesitas cubitos de hielo, agua fría, un tazón y tus uñas pulidas. El proceso lleva aproximadamente dos minutos.
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Pon los cubitos de hielo en un tazón.
Toma unos cuantos cubitos de hielo y colócalos en un recipiente. No llene el recipiente con los cubos porque necesita espacio para el agua.
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Vierta agua fría en el recipiente
Vierta agua fría en el recipiente que contiene cubitos de hielo. El agua debe ser lo suficientemente profunda como para cubrir sus uñas.
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Sumerge las uñas en el agua helada.
Sumerge las uñas en el agua con hielo y guárdalas durante aproximadamente un minuto.
La aplicación de un spray de secado de uñas también ayuda a que el esmalte de uñas se seque rápidamente. Los aerosoles de aceite de cocina funcionan de manera similar. Las capas superiores de secado rápido ayudan a que el esmalte de uñas se seque rápido también. También protegen el esmalte de uñas, pero si el esmalte de uñas subyacente no está totalmente seco y el esmalte de uñas cambia, se pueden formar grumos y ondulaciones.