Los bailarines de flamenco visten un vestido ajustado que llega hasta los tobillos y presenta volantes en las mangas y una falda con capas. El vestido suele tener colores rojo, negro, blanco o brillante. La mayoría de los vestidos de flamenco tienen un patrón de lunares, pero también son comunes los vestidos lisos.
Los vestidos flamencos añaden un elemento estético a los espectáculos flamencos. Más que un traje tradicional, los vestidos revelan un componente esencial de la identidad cultural de los españoles. Los bailarines de flamenco suelen arreglar su cabello en un moño, usar tacones altos y ponerse un manto. Un manto, que parece un chal, se usa sobre los hombros.
En los siglos XIX y XX, solo los gitanos españoles usaban regularmente trajes de flamenco. Con el tiempo, más mujeres adoptaron el estilo de ropa y el vestido español se convirtió finalmente en el traje oficial de la Feria de Sevilla.
Los vestidos de flamenco españoles solían tener faldas más cortas durante los años sesenta y principios de los setenta. Sin embargo, los bailarines de flamenco comenzaron a usar el atuendo tradicional y más largo a finales de los años 70. Con el paso de los años, los bailarines de flamenco comenzaron a usar atuendos de flamenco con colores más vivos y diversos adornos, como cordones, flores, cintas bordadas, abanicos y joyería de moda. Los vestidos de flamenco ahora están disponibles en numerosos colores, diseños, capas con volantes y largos de manga.